1935-1937. El ciclo de Krebs
En 1935, el bioquímico estadounidense Albert Szent-Gyorgyi (1893-1936), una autoridad en los procesos de combustión biológica y oxidación celular, realizó un estudio de gran importancia. Utilizando músculo de paloma observó cómo se desarrollaba la oxidación de varias sustancias en este medio. El investigador demostró que, al agregar a la suspensión ácidos como el succínico, el fumárico o el málico, aumentaba significativamente el consumo de O2. También Carl Martius y Franz Knoop (1875-1946), en 1937, establecieron que el ácido cítrico, por medio de isomerizaciones y descarboxilaciones, se transformaba en ácido alfa-cetoglutárico. Este y otros hallazgos llegaron en un momento propicio, ya que permitieron que, en 1937, el bioquímico alemán Sir Hans Adolf Krebs (1900-1981) continuara la tarea de dilucidar la secuencia de esta nueva vía oxidativa. Estos hallazgos le permitieron postular el ciclo de reacciones que explica en forma minuciosa la oxidación del ácido pirúvico hasta CO2 y agua. Debido a ello, en 1953 se le otorgó el Premio Nobel de Medicina y Fisiología, compartido con Fritz Lipmann (1899-1986) quien reconoció por primera vez al ATP. Ese ciclo de reacciones químicas es el que ahora conocemos como ciclo del ácido cítrico o ciclo de Krebs.
Véase también: cap. 5