En la actualidad. El estudio de la bioquímica hoy
Se han dilucidado muchas vías bioquímicas, pero muchas otras aún permanecen ocultas. La investigación en la bioquímica ha avanzado enormemente y en numerosos laboratorios de diversas partes del mundo, esta rama de investigación continúa proporcionando elementos clave para construir el enorme rompecabezas de la vida. De todos modos, los problemas analizados desde las más diversas disciplinas confluyen; por ejemplo, hoy resulta casi imposible separar las cuestiones referidas al metabolismo de las relacionadas con la biología molecular. Cada rama de estudio se diversifica y, a su vez, se fusiona con otras ramas, lo que permite enriquecer los conocimientos que hasta el momento tenemos sobre la intrincada madeja de la vida. En la actualidad, con el advenimiento de nuevas tecnologías se ha avanzado en la construcción de mapas muy detallados de esta red de redes metabólicas para diferentes organismos modelos. Cada una de estas tecnologías tiene por objeto conocer el conjunto de todos los potenciales genes (genómica), de RNA expresados por los genes (transcriptómica), de polipéptidos (proteómica) o de sustancias metabólicas (metabolómica) que un organismo puede contener en todas las condiciones fisiológicas posibles. En forma general se denominan “ómicas”. Así, por ejemplo, el metaboloma humano representa la suma de todas las sustancias metabólicas –o metabolitos– detectados en Homo sapiens hasta el momento. A través de la compilación de datos obtenidos de la genómica, la transcriptómica y la proteómica se han establecido los nodos más importantes y se elaboraron mapas de mayor o menor resolución de la vasta red de actividad química que constituye el metabolismo. Sin embargo, la gran mayoría de las entidades que comprenden estos nodos (genes, RNA mensajeros y proteínas) están mal caracterizadas, es decir, se conocen sus respectivas secuencias pero en su gran mayoría la asignación de funciones resultantes se predice de manera hipotética. Esta asignación hipotética de funciones se realiza con el empleo de una gran batería de herramientas bioinformáticas diseñadas especialmente para la obtención de información funcional –previamente desconocida– a partir de la información secuencial determinada en forma experimental. En su gran mayoría, estas herramientas funcionan con la premisa de que macromoléculas cuyas secuencias de monómeros son similares tendrán funciones parecidas. Si bien esta correlación no siempre resulta estrictamente correcta, es posible establecer parámetros estadísticos que permiten estimar el grado de confianza que se puede asignar a este tipo de predicciones. Así, la genómica, la transcriptómica y la proteómica constituyen tecnologías generadoras de hipótesis y forman las bases para otras investigaciones.