1603. Fabricio, las venas y las válvulas


Uno de los temas más inquietantes en el estudio del funcionamiento del cuerpo era el de la sangre. Los científicos estaban interesados, particularmente, en conocer de dónde venía y hacia dónde se dirigía la sangre en continuo movimiento. Ya en el siglo IV a. C. muchos naturalistas se habían interesado por este problema. El mismo Galeno (c. 130-200 d. C.) se había interesado por el funcionamiento del corazón. El médico italiano Jerónimo Fabricio (1537-1619), mejor conocido por su nombre latinizado Fabricius, analizó las venas de las piernas humanas y observó que tenían pequeñas válvulas. Dedujo que las válvulas evitaban que la sangre fluyera hacia abajo. Esto mostraba que la sangre de las venas sólo podía ir hacia el corazón en una sola dirección. Fabricio, sin embargo, no se animó a ir contra la doctrina de Galeno y no publicó sus resultados.

Véase también: cap. 36