1830. Una Tierra muy antigua (Lyell)
El catastrofismo, idea a la que Georges Cuvier (1807-1873) diera nueva vida, se sostuvo como una de las mayores doctrinas de la geología, hasta que se demostró que los cambios lentos durante períodos prolongados podían explicar el modelado de la superficie de la Tierra. Basado sobre sus propias observaciones y sobre las de sus predecesores, el geólogo británico Charles Lyell (1797-1875) se opuso a la teoría de las catástrofes. En cambio, presentó nuevas evidencias en apoyo de la teoría uniformitarista de James Hutton (1726-1797). De acuerdo con Lyell, el efecto lento, constante y acumulativo de las fuerzas naturales había producido un cambio continuo en el curso de la historia de la Tierra. Dado que este proceso es demostrablemente lento y sus resultados apenas visibles en el curso de una vida, deben, por lo tanto, haber ocurrido durante un lapso muy prolongado. Lo que la teoría de Darwin necesitaba era tiempo, y fue tiempo lo que Lyell le proporcionó. Según las palabras de Ernst Mayr, de la Universidad de Harvard, el descubrimiento de que la Tierra era antigua "fue la bola de nieve que dio comienzo al alud".
Véase también: cap. 17