1972. Gould y Eldredge y el modelo de los equilibrios intermitentes / Los australopitecinos: nuestros ancestros recientes
En 1972, dos jóvenes paleontólogos norteamericanos, Niles Eldredge, del Museo Americano de Historia Natural y Stephen Jay Gould, de la Universidad de Harvard, aventuraron la hipótesis de que tal vez el registro fósil no es, después de todo, imperfecto. Tanto Eldredge como Gould tenían experiencia en geología y en paleontología de los invertebrados, y ambos estaban impresionados por el hecho de que había muy poca evidencia de cambio filético en las especies fósiles que estudiaban. Típicamente, una especie aparecía bruscamente en los estratos fosilíferos, duraba entre 5 y 10 millones de años y desaparecía, en apariencia sin ser muy diferente de cuando había aparecido. Otra especie relacionada, pero notablemente distinta –"completamente formada"–, ocupaba su lugar, persistía con poco cambio y desaparecía de una manera igualmente súbita. "Supongamos", argumentaban Eldredge y Gould, "que estos largos períodos sin cambio o estasis, interrumpidos por cambios casi instantáneos asociados con el origen de nuevas especies, no sean imperfecciones del registro, sino que sean el registro, la evidencia de lo que realmente sucede". En palabras de Gould: "Así, el registro fósil es una representación fiel de lo que predice la teoría evolutiva y no un lastimoso vestigio de lo que fue alguna vez un generoso relato". Sobre la base de estas hipótesis, Eldredge y Gould propusieron lo que se conoció como Modelo de los equilibrios intermitentes o de los equilibrios discontinuos. Este modelo se refiere al tiempo y al modo en que opera la evolución a gran escala. Charles Darwin (1809-1882), y luego los genetistas de poblaciones, habían subrayado el carácter gradual del cambio evolutivo. Sin embargo, indudablemente, había lugar para la idea de que algunas poblaciones podían cambiar más rápido que otras, en particular en los períodos de estrés ambiental. A medida que este modelo se fue desarrollando, en particular por el aporte de Steven M. Stanley (también paleontólogo) de la Universidad Johns Hopkins de los Estados Unidos, también se fue volviendo más radical y controversial. El modelo de los equilibrios intermitentes ha estimulado un vigoroso debate entre los biólogos, una reconsideración de los mecanismos evolutivos según se entienden actualmente y una reinterpretación de las evidencias. Estos ajustes, en algunos casos, se interpretaron en forma incorrecta como signos de que la teoría de Darwin estaba "en problemas". En realidad, indican que la biología evolutiva se encuentra viva y goza de buena salud y que los científicos están haciendo lo que se supone que deben hacer: formulando nuevas preguntas. También en 1972, Louis Leakey (1903-1972) anunció el hallazgo de un homínido que había vivido hace aproximadamente 1,75 millones de años. Leakey lo asignó al género Homo considerando el tamaño de su cerebro y, dada su posible asociación con utensilios de piedra primitivos que databan del mismo período, llamó a su hallazgo H. habilis. Dado que los Homo más antiguos que se conocían hasta ese momento tenían no más de 500.000 años, el hallazgo de H. habilis triplicaba la antigüedad estimada para el género, de modo que Homo y Australopithecus resultaban contemporáneos. El primer Australopithecus había sido encontrado por Raymond Dart (1893-1988). En 1974, el equipo de Donald Johanson que trabajó principalmente en Etiopía encontró en Hadar un esqueleto muy completo de un australopitecino de más de tres millones de años. Este fósil fue denominado "Lucy" en mención a la canción de los Beatles que sonaba en la radio cuando fue hallado. Era una hembra adulta, que no medía más de 120 cm y cuya postura, teniendo en cuenta las características del fémur y la cadera, era indudablemente tan erecta como la de los humanos actuales. Los fósiles de australopitecinos y los de H. habilis se hallaron exclusivamente en África. Sin embargo, tanto en África como en Asia existen fósiles más recientes, datados en un intervalo de 1,6 a 0,3 millones de años, que pertenecen a otra especie denominada H. erectus. El ejemplar más antiguo, así como el más completo de H. erectus descubierto hasta el momento, fue datado en 1,6 millones de años y corresponde a un niño de alrededor de 12 años. Este fósil fue hallado en el lago Turkana, Kenya, por Kamoya Kimeu, viejo amigo y colega de Richard Leakey.
Véanse también: cap. 21 y 22