1953. Una prueba experimental para explicar el origen de la vida (experimento de Miller)


Las primeras evidencias experimentales que corroboraron la teoría de Alexandr I. Oparin (1894-1980) y John B. S. Haldane (1892-1964) sobre el origen espontáneo de la vida en la Tierra en tiempos pasados fueron aportadas por Stanley Miller quien por ese entonces era alumno de Harold Urey (1893-1981) de la Escuela de Graduados de la Universidad de Chicago, Estados Unidos. Urey había recibido el Premio Nobel de Química en 1934 por el descubrimiento de un isótopo estable del hidrógeno, el deuterio. Durante la Segunda Guerra Mundial, Urey desempeñó un papel importante en el proyecto Manhattan, que desarrolló las aplicaciones militares de la energía atómica. Posteriormente mostró un fuerte interés por la química del sistema solar. Miller logró obtener moléculas orgánicas, iguales a las presentes en los seres vivos, a partir de sustancias inorgánicas. En su experimento, Miller simuló las condiciones de la Tierra primitiva con la aplicación de fuentes de energía artificiales. Experimentos como los realizados por Miller, que hoy son de frecuente repetición, han mostrado que casi cualquier fuente de energía (electricidad, radiación ultravioleta o ceniza volcánica caliente) hubiera podido convertir las moléculas que se cree estaban presentes sobre la superficie terrestre en una variedad de compuestos orgánicos complejos. El trabajo de Miller recibió, más tarde, algunas objeciones. Los experimentos no han demostrado que esos compuestos orgánicos se formaran espontáneamente en la Tierra primitiva, sino sólo que se podrían haber formado. No obstante, la evidencia acumulada es muy grande y la mayoría de los bioquímicos cree ahora que, dadas las condiciones existentes en la Tierra joven, eran inevitables las reacciones químicas productoras de aminoácidos, nucleótidos y otras moléculas orgánicas. En la misma época en que Miller realizaba sus experimentos, dos científicos, James Watson y Francis Crick, develaron la estructura de la molécula de DNA, lo que constituyó un hito en la historia de la biología.

Véase también: cap. 1