1958. Un modelo alternativo para el origen de la vida (Fox y las microesferas proteinoides)


En el marco de la teoría de Alexandr I. Oparin (1894-1980) y John B. S. Haldane (1892-1964) sobre el origen espontáneo de la vida en la Tierra en tiempos pasados, se desarrollaron modelos alternativos, entre otros, el del químico de la Florida State University Sidney W. Fox. Stanley Miller había aportado evidencias experimentales que apoyaban el primer conjunto de hipótesis verificables acerca del origen de la vida en la Tierra, pero aún subsistían muchas preguntas. ¿Bajo qué forma los complejos plurimoleculares mencionados por Oparin se delimitaron en un compartimiento y fueron los antecesores de las formas vivas? Estos complejos podrían haber adoptado la forma de coacervados, los sistemas macromoleculares coloidales precursores de las primeras formas de vida propuestos por A. Oparin o de microesferas proteinoides, como las llamó Fox. En estudios que simulaban las condiciones existentes durante los primeros miles de millones de años de la Tierra, Fox y sus colaboradores de la Universidad de Miami obtuvieron estructuras proteicas limitadas por membrana, que podían llevar a cabo algunas reacciones químicas análogas a las de las células vivas. Estas microesferas proteinoides no son células vivas, pero su formación sugiere los tipos de procesos que podrían haber dado origen a entidades proteicas con mantenimiento autónomo, distintas de su ambiente y capaces de llevar a cabo las reacciones químicas necesarias para mantener su integridad física y química.

Véase también: cap. 1