1862. Louis Pasteur y la implementación de la antisepsia
Louis Pasteur (1822-1895) fue un científico prolífico. En 1858 ingresó en la candente polémica sobre la generación espontánea que se extendería por siglos. En 1864, Pasteur realizó importantes experimentos para desterrar esta idea. Estos experimentos contribuyeron, además, a identificar microorganismos específicos que causaban enfermedades y a aprender la forma de evitar contagios. Un punto de particular importancia es que a partir de estos estudios se pudo identificar la forma de contagio: los microorganismos causantes de enfermedades pueden pasar del hombre enfermo al sano. Se demostró que esto puede suceder por la tos, los estornudos, los besos o bien por el agua o los alimentos. Como de manera independiente había notado Ignaz Semmelweiss (1818-1865) en 1847, el médico podía llegar a ser el principal agente de infección. Durante la guerra francoprusiana, Pasteur logró que se obligara a los médicos a tomar medidas preventivas antes de atender a los soldados, particularmente hervir sus instrumentos. Pocos años más tarde, un cirujano británico, Joseph Lister (1827-1912) tomó las ideas de Pasteur e impuso la costumbre de utilizar soluciones de fenol para lavarse las manos y el instrumental antes de las operaciones quirúrgicas y después de ellas, tema que ya había introducido Semmelweiss en 1847 sin mucho éxito. Con el tiempo, se fueron utilizando diferentes sustancias antisépticas, pero esta idea se convirtió en una norma.
Véase también: cap. 40